viernes, 23 de diciembre de 2016

LA RES PÚBLICA

En algún tiempo destinado al fracaso pero  muy oportuno para  detallar, habitaban personas de espesa barba y grandes cinturones de cuero, con hebillas   que aprisionaban  el brillo del sol que aparecía en un pueblo  dividido  en minorías  de   personas ilustradas, cuyas  manos eran sensibles  para el fino trabajo  y que también palidecían  de indiferencia  al observar que la gran mayoría de sus habitantes se encontraban en condiciones desfavorables, esos seres que en algún instante  depositaron  sus esperanzas en un frasco  de promesas que los caballeros de trajes refinados recogían puerta a puerta con un gesto sonriente, ocultando sus intenciones detrás de la corbata roja o  azul que particularmente siempre llevaban a sus encuentros  sociales.

Por otra parte, la   mayoría de los habitantes tenían la barba desaliñada, cargaban crucifijos de bronce, este elemento era el más valioso para ellos.  Sus cinturones no eran más que dos cordones atados con la fuerza de unas manos que tenían más líneas en su andar, no eran tan sensibles al trabajo delicado, poseían la dificultad de pertenecer a una raza  poco percibida  en las grandes casas culturales, sobrellevaban una vida que poco les pertenecía, por ello era tan frecuente observar el destello  en las pupilas de estos seres cuando un hombre de corbata marcada y zapatos lustrados  le llevaba un trozo de carne , invitándolo a apoyar una causa desconocida pero que sería el sustento para no morir de hambre, con esta acción  los habitantes de barba descuidada podrían alimentar esos deseos que convivían en el cuerpo de los hombres,  que despertaban el impulso  por destrozar esa carne que envolvía cada lugar de aquel pueblo relegado.
Era inevitable   escapar al  agradable  aroma de  la  carne que los señores de corbata situaban en los  doce parques que se localizaban inicialmente en este pueblo, la fragancia que   segregaban   se  filtró fácilmente por  todas las casas, traspasando esas puertas pintadas de límpido color  por las costumbres recatadas que poco a poco se iban alejando del pueblo de los parques, combinando su marcha del destierro con las manchas de las gotas de sudor que pacientemente esperaban ser mordidas por los hombres de estómagos vacíos y barbas sedientas.
Acudieron a la cita sin oscilación alguna,  estos hombres salieron de sus casas, caminando impacientemente, algunos corrían desesperados con sus pantalones caídos  cuyo principal sostén era el de  sus manos que sujetaban  los harapos. Otros, tropezaban en cada acera pues habían olvidado sus anteojos por el afán de acudir a un encuentro de cuerpos sazonados por la ambición y la lujuria.  La algarabía imperaba en esta villa calurosa,  el atardecer esculpía uno de los pocos momentos en los que se observó el revoltijo  de los hombres de espesa barba.  

De repente, uno de los hombres que se encontraba en el parque El Parapeto  observó que ninguno de sus vecinos  llevaba en su pecho el crucifijo de bronce característico en cada individuo del pueblo,  por ello  el pánico se apoderó de él y empezó a vociferar entre las multitudes que la hora del juicio final había llegado, sacudía los hombros  de  los habitantes que se encontraba a su paso pero nadie le prestaba atención a excepción de un hombre que llevaba una sucia ruana entre sus manos. Él, escuchó atentamente el raudal de palabras que el hombre atareado pronunciaba. Al finalizar,  la ruana quedó en el suelo y el único hombre que lo escuchó salió corriendo sin dejar  vestigios en su andar.

Jaime Moscoso siguió su camino recorriendo  senderos, en su rostro se evidenciaba la angustia que padecía, cuando arribó al  parque La Catapulta,  quedó  sorprendido pues se encontró  con similares acciones del parque que había dejado a su paso.  Moscoso gritaba desmesuradamente pero nadie se atrevía a oírlo, el sonido de la música lo entorpecía todo, las personas estaban embriagadas ingiriendo masato en grandes totumas.  En el espectáculo sobresalía  un grupo de mujeres vestidas uniformemente con un traje ajustado de  color carmesí combinando con sus atractivos labios.  Ellas eran las encargadas  de entregar la carne con la  condición que todo hombre antes de engullirla  debía entregar un voto a unos pocos señores de barba y corbata,   después;  lavar sus  manos cuidadosamente para que no quedaran indicios de la condensada tinta que había salpicado los dedos de esos hombres.
Moscoso no logró  percatar a nadie, tan solo un hombre elegante se le acercó y le ofreció una bebida poco conocida afirmando que ese líquido era  consumido por los dioses y le ayudaría a mitigar ese amargo momento que atravesaba.  Jaime, mirándolo  fijamente aceptó dicha bebida y en pocos minutos empezó a olvidarse del desastre que había profesado. Combinándose  entre la gente, con su pantalón orinado empezó a sonreír y caminar de lado a lado perdiendo el equilibrio de su cuerpo, se posó al frente de una casa de madera dejando que la bebida lo arrullara en profundos sueños, dos horas pasaron y dos señores de corbata y zapatos lustrados levantaron a Moscoso, uno de ellos, vigilaba  minuciosamente a su alrededor con el fin de que no hubiesen espectadores a su paso para que en seguida pudiesen arrojar el cuerpo del charlatán en  un profundo pozo. Así lo hicieron,  teniendo  la seguridad de que ningún otro hombre se enteraría de las revelaciones que este individuo llegó a pronunciar.

La madrugada con el paso de las horas dejaba a todos los hombres de barba intoxicados por la carne que habían consumado, eran visibles algunas marcas de sangre en sus vestidos gastados, también; el vómito  hacía parte de este evento, se mezclaba con algunos trozos de carne podrida que se veían en cada esquina. La vida se había pringado en este pueblo, mares de orina, vómito y sangre fueron el banquete de carroña que había arribado al  pueblo.  Quedaron pocos hombres de barba y corbata presenciando este espectáculo de los doce parques de la res pública  ocultando sus ojos  detrás de unos lentes oscuros. Se alejaron silenciosamente ocultando su dicha,  la sonrisa estaba reservada para futuros encuentros con los hombres  barba descuidada.  
Dos ojos quedaron expectantes,  desde un abandonado tejado cubierto por cañizo un hombre se escapó de esta proliferación de jadeos, rasurando su barba con una navaja se limitaba a observar cómo los hombres eran devorados por grupos de buitres que punzaban su carne,  los intestinos eran disputados por estos animales de enormes alas que no tardaron en multiplicarse.




sábado, 17 de diciembre de 2016

Anaquel de recuerdos




Y en esa pequeña mancha, Juan Estrada se despertaba buscando en los cajones de su armario un juego de sábanas, otra vez su cama mojada y su hija seguía llorando. Los minutos transcurrían y la nana de Teresa preparaba el desayuno, la luz del sol aparecía y con ella el fiel arrullo en la mirada de la niña que muy pronto se dormía.  

En la mente del joven Estrada  el lema de un gran papá estaba sujeto a la ausencia pues su esposa ya estaba enterrada, víctima de un parto, el dolor punzante de las sombras que rodeaban la sala de urgencias del hospital de San Pedro.

El tiempo transcurría y Teresa balbuceaba entre noches de insomnio de un papá que allanaba en  sus bolsillos del gabán un poco de cigarrillos, ojeras y alcohol eran la constante llamarada de un cuerpo que no despertaba emociones tras evocar sus infortunios. En más de diez noches se preguntó si quizás sus comportamientos eran rasgos de imitación de su papá, un hombre de barba canosa que  constantemente se le veía borracho y que él recordaba perfectamente, su mamá; una la linda hetaira  que recorría las calles en busca del sustento para su hijo Juan Estrada Cardozo.

Volviendo a su presente, los ojos retomaron su dirección,  con la mirada de la luna impactando el rostro de Teresa, la palabra se manifestaba, en  esa húmeda habitación, el sonido de: “pa,ma”  despertó a este Padre prematuro, muchos signos de alegría empezaron a invadir el entorno. No eran lágrimas, era la sonrisa plateada que se inmortalizó en los días de Juan y en la unión de las palabras, ese eclipse de formas que cada padre admiraba, ya no había memoria para los malos momentos.

Los meses pasaron convertidos en años, las manchas se fueron hasta aquella mañana que la niña Teresa corrió entre las calles buscando a su abuela, el tiempo se agotó, un autobús intento frenar pero no lo logró,  gritos de dolor se apoderaron de la escena, una tragedia que en un sol caluroso se estremecía. Muerte en la acera, amor cortado y resignación, solo recuerdos de aquellas frases e idilios.



…el mejor despertar para  Juan Estrada Cardozo que corriendo hacia la última habitación del pasillo de su casa, abraza a su hija Teresa.   

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Fotografía de una mosca en el reloj de madera

La manzana roja volvió a su canasta, brilla, brilla intensamente opacando a las verdes
De repente,  una anciana colorada las arroja con furia a las baldosas descuidadas,
Arruinando  su brillo, provocando fisuras, el líquido dulce se esparce lentamente
Varias moscas se amontonan deseosas, lavando sus patas como un majo ritual,
Celebran el banquete y recorren los cuartos proporcionando rastros de la fruta que
tranquilamente se iba destruyendo.


Fotografías en exceso, adornos y decoraciones que parecen necesarios,
¿Querer moldear un cuerpo con la figura de lo opuesto?
Esqueletos andantes, glorias sin luz  y sin sombra, hoy se observan en pasajes,
Premura  de respuestas llamando a la inmediatez, intercambios de siglos en segundos,
Rostros alados, espíritus cerrados, manifiesto de agonías que convidan sin potencia,
Indicando hacía el mañana hecatombes en destierros, el abecedario  de mentiras
Permanecerá en la vida de todo aquel que lo quiera reiterar.


Es el reloj de madera que en su lento vaivén oculta el peso de unas huellas,
En la envoltura de chocolates exquisitos, derruidos por  efectos del tiempo,
Negando su destino a bocas hambrientas, ansiosas por mitigar el suplicio,
Y el cabello lentamente va cayendo,  dejando rastros de lo añejo,
De los lugares transitados, luces de vehículos en la autopista irradiaron las noches
Acompañadas de faroles imponentes que se observan a distancia,
Así somos los hombres, eternos  observadores  discrepados,  con brillos homólogos
Que se funden en la ambición por competir y derrotar, deseo eterno y congelado
En la mente del llamado progresista, ser supremo, sol en el desierto.






En las letras


El escritor del vacío  se ha ido formando,
Hilvanando palabras en facciones del pasado,
Deforma a su antojo a mujeres voluptuosas,  
Carreteras desiertas y hombres enterrados.
Sus letras son el paraguas necesario,
Lo protegen de una vida sin legado,
Es estéril para las caricias y besos,
Se entretiene fríamente con sus versos.
El escritor del vacío se ha fundido con la gente,
Admirando cada cana, cada huella divergente,
No huye de sus cenizas, la edad  la lleva en el alma,
En plazas municipales, en piedras como alfombra.   




martes, 22 de noviembre de 2016

UNA DIOSA ENLODADA

  
LA MUJER EN EL VESTIDO AMARILLO 

Este espectáculo inicia con leves sonidos de  batería y  saxofón,  revelando que un grupo de blues ha estado interpretando su música, la luz  amarilla emerge del bar destacándose de las tinieblas de la noche, esta refleja un camino caluroso de  bienvenida acompañado de un letrero que brilla  para  las  personas que se atrevan a ingresar y contagiarse con la armonía del jazz buscando a la mujer del vestido amarillo.

                                          


 De repente, un automóvil se detiene en este sitio dirigiendo el brillo de sus reflectores hacia tres  gatos de color negro y ojos amarillos que anteponen el misterio de la persona que llega a este bar,  uno de ellos es seducido por las caricias de una mano femenina que le hace perder el equilibrio y tropezar, los dos mininos restantes  siguen a esta mujer detenidos tras la intriga que despierta.




La mujer ingresa al lugar, desciende unas escaleras y enseña un vestido amarillo que llevaba oculto debajo de un gabán. Esta joven se dirige por un pasillo hacia el salón principal que es donde se encuentra la banda de blues y jazz. Solo se observa la silueta verde de estos músicos, en ellos se destaca   un hombre de trazos amarillos siendo el saxofonista de esta agrupación.





      

Al aparecer es observada por un hombre que combina el amarillo del vestido que contemplan sus ojos con el fuego de un cigarrillo que consume, humeando la figura de esta mujer que se desvanece con  soplos de  fugacidad. El hombre del saxofón tan solo observa y ve como esta mujer en amarillo se funde con otros colores que aparecen en las bebidas que consumen  los espectadores.




 Ella despierta miradas de envidia por parte de otras mujeres y también sonrisas de hombres que hallan sus deseos en la mujer del vestido amarillo. Un señor de grandes anteojos la estudia, ella se une con el vino para despertar las más   finas fantasías de este hombre que pinta sus ojos con el color de  su musa pero es detenido súbitamente por la realidad que se encuentra en su vida, un compromiso con otra mujer.



 

 El amarillo sigue recorriendo este espacio y otros hombres la siguen apreciando, saboreando sus bebidas lentamente para atraer esta figura voluptuosa a su imaginario. Con su andar seduce, es la chispa que provoca ese fuego en los hombres, ese que muchas veces lo lleva los vicios quemando lentamente la vida de los que se exponen a sentirla.  


La música es atractiva y ella  se deja seducir por un hombre elegante de traje amarillo que se encuentra sentado pacientemente palpando una copa con licor del mismo color de su  traje. Bailan y en medio de ellos se encuentra el saxofonista moreno que interpreta su instrumento con  grandeza. 




Todos los hombres  que la admiraron ahora reflejan un rostro fúnebre, amores desechados, arrojados a la basura del desprecio, ahogados por el deseo y el vino de la verdad que impacta los débiles corazones aprisionados en sus propios sueños.


No hay tiempo para lamentos,  la mujer del vestido amarillo sigue bailando cautivadoramente, el hombre del saxofón empieza a ejecutar de  manera imponente su instrumento, fusiona su  vida creando una melodía poderosa capaz de acariciar el alma de la persona que lo escuche. La hermosa mujer pretendida por todos se ve envuelta con este armonioso sonido, en sus ojos se observan rastros de tristeza, es atraída por el músico que con sus notas entra en su interior.



 La joven intenta acercarse a ese hombre, desatarse el vestido amarillo y escapar pero una fuerza desconocida hace que la mujer siga atada  a esta prenda.  Las manos que sedujeron a gatos y hombres intentan hacer lo mismo con este músico  pero este reacciona apartándola con gran fuerza desde sus adentros, conjurando sus caricias con un colapso de sentimientos.





La música termina y ella se aparta del bar, alejándose del hombre elegante y de ese ser  particular que la sumergió en la duda, melancolía y reflexión.




Análisis: la mujer en el vestido amarillo (una diosa enlodada)
El vídeo del músico David Gilmour está cargado de lenguaje desde que este  inicia a reproducirse, las formas y colores que se encuentran son atractivas, traspasan los códigos denotativos  establecidos por la sociedad  y que se expresan a través de  la comunicación. Eco[1] señala que la denotación es la referencia inmediata que el código asigna a un término en una cultura determinada. Con esta afirmación se puede empezar a pensar que la denotación maneja un  carácter arbitrario y con ello se abren las posibilidades de encontrar nuevas salidas a una comunicación más trasparente.

Comprender el color implica reconocer la historia que se desprende en cada tonalidad y saber que el hombre puede hallar un gran número de interpretaciones que se exponen a  pensamientos objetivos pero también a la subjetividad humana. Goethe ha sido un estudioso del color, con su ensayo “La teoría de los colores” ayudará a conocer los significados del tinte amarillo que se encuentran en el vídeo, este escritor  afirmó en 1950  que [2] “todos los colores podían contenerse entre dos polos: el amarillo y el azul”

De este enunciado se originan ideas de la importancia que tiene el color amarillo en el hombre, color que evoca la luz imponente de un sol que esparce rayos de vida en nuestro planeta; la tierra proporciona grandes pigmentos amarillos haciendo de este un símbolo que juega a contradecirse pues así como representa la luminosidad, también se convierte en la desolación de los desiertos, el debilitamiento del hombre a causa de las enfermedades comparándola con su definición etimológica proveniente del latín: amarus, que significa amargo caracterizando las enfermedades vinculadas a la bilis.

En Egipto este color representaba transformación, el camino de los dioses y su inmortalidad, a su vez también se asociaba con el poder, pues el mismo oro que cubría la grandeza de sus faraones era ese mismo elemento brillante del que estaban hechos los dioses. Los primeros rastros de amarillo que se observan en el vídeo aparecen una panorámica exterior del atrayente bar, la luz que refleja es una metáfora de sol que hace una invitación al hombre para abordar sus caminos luminosos y encontrar esa verdad de la que se ocultan muchos hombres. Line Martin (2005) afirma: 

 “para las culturas polinesias, el amarillo es un color de esencia divina que en encarna en la        cúrcuma. En varias lenguas de esos lugares el término amarillo procede directamente del  nombre de la planta. La cúrcuma es el alimento de los dioses.” (Pág. 62)

Con ello  se puede comprender que el amarillo que aparece iniciando el vídeo es una invitación a consumir ese alimento de los dioses que proporciona la verdad y aparta la oscuridad que se puede hallar en el hombre.
Los gatos negros que  aparecen en el vídeo evocan grandes supersticiones, en este caso acudiremos al significado maligno que se les atribuía a estos animales. desde la edad media llevaron un  rotulo que los asociaba con el demonio, siendo amigos de las brujas, la mujer del vestido amarillo despierta gran afinidad con estos felinos a tal punto de acariciar a uno de ellos.

La mujer  ingresa al bar, se desprende del gabán y exhibe su vestido amarillo, con dicha acción despierta el interés de todos los hombres que dirigen su mirada arrastrando sus ojos en ella. Para Goethe (1950)  “el amarillo es un color atrayente, se encuentra en el polo positivo y significa luz, claridad, fuerza, cercanía y atracción”  a su vez, Rubio M. (2005)  señala “en China, el color amarillo es el del emperador. Asociado al renacimiento, simboliza el centro de la tierra” (pág. 61)  con estas afirmaciones se puede derivar la importancia de este pigmento en el desarrollo de la historia.
Sin embargo, debido a su ambivalencia, el amarillo representa significados contrarios a los que se han señalado anteriormente, también se le  asocia con la indecencia, cobardía, engaño y traición, usándose en hospitales y barcos como señal de enfermedades. Tornquist J. (1999) lo define de muchas formas, entre ellas se destaca estas marcas que ha tenido el pigmento amarillo:

“cuando se ensucia pierde de inmediato el esplendor y así en la Alemania medieval se convirtió en el color de las prostitutas, obligadas a usar pañuelos y zapatos de este color, amarillo era el color con el que se señaló a los hebreos el tercer Reich, Judas fue representado con vestiduras amarillas y aquí tuvo inicio la mala fortuna de este color en la cristiandad: el color de la envidia, de la falta de sinceridad, de la hostilidad y de las prostitutas” (Pág. 264)

En el vídeo de David Gilmour se asocia perfectamente con la descripción que realizó Tornquist de este color,  interpretándolo como una forma de corrupción en la que se encontraba esta voluptuosa mujer pues todos los hombres la deseaban,  el color de los dioses es enlodado por una fémina que pierde su divinidad.
 Ella despierta las pasiones de hombres que también lucen su propio color, es por eso que en el vídeo se observan mezclas imperfectas del amarillo con el verde que  Tornquist J. (1999) describe de la siguiente manera:

“combinados los dos  señalan desorden y locura. Está combinación se encontraba en las prendas de los locos y en el uniforme de los bufones de la corte, amarillo verde se usaba para pintar los asilos de los locos en los manicomios” (Pág. 265)

Es así como la mujer del vestido amarillo mezcla su vida con los placeres de la materialidad que le ofrece el color que llevaba como insignia dejando a un lado los valores espirituales que se atribuyen a esta tonalidad. Es por eso que al encontrarse con el hombre del saxofón  que reflejaba esas riquezas que perdió, siente deseos de acudir a su refugio, las miradas de tristeza están  presentes en esta hermosa mujer que intenta escapar de ese vestido manchado en el que ha expuesto su vida pero  no lo consigue, al intentar acariciar a este hombre comprende que no puede tener algo que ya se  ha fugado…su dignidad.      



REFERENCIAS       
Gilmour D. (2015) Rattle That Lock, The girl in the yellow dress, Columbia Records.
Eco U. (1950) La estructura ausente. Introducción a la semiótica. Ed. Lumen, Barcelona, Pág. 81
Goethe J. (1950) Esbozo de una teoría de los colores, Ed. Aguilar, Madrid, 1950 Pág. 496

Rubio M. (2005) Colores, historia de su significado y fabricación, amarillo, Ed. Gustavo Gili,  Barcelona Pág. 61-62
                                      
Tornquist J.  (1999) Color y luz, teoría y práctica, los colores como símbolo,  Ed.  Gustavo Gili, Barcelona, Pág. 264-265





[1] Eco U. (1950)  La estructura ausente. Introducción a la semiótica. Lumen, Barcelona, Pág. 81
[2] Goethe J. (1950) Esbozo de una teoría de los colores, Aguilar, Madrid, 1950 Pág. 496

lunes, 21 de noviembre de 2016

Análisis película Dogville

COSTRAS Y HENDIDURAS

Dogville es una película   que  expresa  la crueldad del hombre, la transformación de lo puro a lo oscuro en un laberinto de intereses donde cada persona buscará saciar sus deseos sin importar las fisuras que se ocasionen sobre otro ser.  En este pueblo se presentarán  disputas entre lo bueno y lo malo, la corrupción de los sentidos, una  mirada estrábica para la pureza e inocencia, el olor del pecado se impregna en cada espacio  demostrando que el espíritu puede inhalar la maldad, corromperse, pero  también  descomponer  a otros, exhalando los vicios que se han vuelto parte de las personas.  Los oídos son sordos ante  los gritos de injusticia que reclama una mujer maltratada y por último, el sentido del tacto como un sueño de conquista de lo material, de poseer al otro,  entrar en su carne y resquebrajar las ilusiones. 


      
En la parte inicial se observa el pequeño pueblo de Dogville desde una panorámica superior, esta vista se asocia al juego de la golosa en el que cada espacio ocupa un lugar importante para el desarrollo del relato y en el que pareciese que una tiza  fuese la artífice de la formación de los mundos, con ella se dividen los límites de cada personaje de acuerdo a la forma que llevan su vida. La escenografía cuenta con un árbol seco que aparece en varias ocasiones y  se  interpreta como   los rastros de lo que es la comunidad, un tallo sin ramas, ni frutos que brindar a los demás, escasez de valores y la pérdida de sentidos por florecer.  El sonido aparece en esta historia sin importar  que no se cuente con el objeto que lo produce,  se escuchan  puertas inexistentes a los ojos del espectador, pero que son recreadas en la mente gracias al oído de  cada persona.   También existe un perro que carece de contextura corporal pero se puede formar a partir del sonido de  sus ladridos.  Arbustos sin forma que reproducen un gran número de significantes en las personas que observan está película. 



 Dogville parece  un lugar tranquilo para vivir,  donde se respeta la democracia, presentándose  solida inicialmente pero  con el transcurso del  relato surgen grietas que despiertan la lucha del interés personal de cada habitante. La protagonista de esta historia se  llama Grace,  una mujer que encarna la utopía del hombre por alcanzar un mundo mejor, en ella se ven reflejados grandes valores como la paciencia, la amabilidad y el espíritu activo  de una joven que sin importar sus pocos conocimientos para desempeñarse en un trabajo se esfuerza por aprender, sin embargo;  también se percibe la docilidad humana,  una libertad enjaulada  y  una boca que solo se quiebra para obedecer a los demás.   Ella  tiene una mirada esperanzadora de la sociedad, aparece en el pueblo  escondiendo su pasado, con la ilusión de encontrar un lugar para vivir en paz,  lo que no se  imagina es que  es ese sitio   cambiará su forma de pensar,  transformándola en  una mujer que destila rencores, su utopía se ahoga en un diluvio de sangre que le espera a  este pequeño pueblo.

Ahora bien, los habitantes de Dogville  tienen   máscaras  de generosidad que  son retiradas cuando se enteran por medio de carteles que Grace es buscada. En los  rostros de cada uno se enseñaran las  manchas de maldad que llevan  consigo,  con esta situación Grace padecerá el oportunismo de cada residente que se aprovechará de las circunstancias para satisfacer sus deseos como es el caso de los hombres  que reproducen  su  instinto carnal abusando   de ella.
El primero en cometer este acto fue Chuck, en él se representa el sueño de todo emigrante: dejar sus tierras con la esperanza de un futuro mejor, pero al arribar se encuentra con las mismas dificultades que presentaba en su lugar de origen, es por eso que  esa ilusión se evapora y se  desprenden resentimientos por la esperanza que producía Grace, el deseo y el odio se mezclan en la violación. La  figura del niño ha perdido su inocencia, es transformada en un ser caprichoso, manipulador, dejando la evidencia de una sociedad corrompida, con  ausencia de valores que parten desde la propia familia.



Olivia   es presentada como una mujer de escasos recursos, configura el ascenso de las clases bajas al poder y el mal uso que estas pueden ejercer tras el  olvido de lo que en un momento fueron,  ignorando las desgracias de otros. Olivia olvida, Olivia cuenta con suerte pero no con un corazón generoso que rescate a las personas que necesitan romper las injusticias.

Por todos estos hechos Grace   intenta escapar sin que nadie se entere  pero las manzanas que representan el  pecado del pueblo no permitirán que se realice esta fuga. Hallará más dolor siendo encadenada como un animal. Thom fue  la única persona que quiso ayudarle pero este permaneció  atormentado tras no poder poseer el cuerpo de Grace que tanto anhelaba. Deseaba ser escritor pero contaba con  poca dedicación,  la pereza es un factor que lo limitó, en toda la historia no se observa  que haya querido sobresalir, tan solo aguardó a que el tiempo jugará las cartas por él. Thom, el hombre de la duda, es quién entrega a Grace a los mafiosos, con esta acción se terminan los infortunios  de una joven a la que  le quebraron sus esperanzas de la misma forma que las figuras que coleccionó. Aparece la luna  en Dogville y con ella una luz que aparta la oscuridad en la que se encontraba el lugar.  La gran sorpresa es que esta  joven es la hija del mafioso y pese a que su padre tiene el rotulo de maldad, él  se presenta en el momento preciso para ayudar a ejercer un juicio sobre este  pueblo. 



Ahora, reconociendo el pasado de la protagonista de esta historia, el papel de  Grace  puede interpretarse  de diferentes formas, una de ellas es su  personificación como naturaleza: con su  ayuda  a los hombres es vital pues es la generadora de   vida  aunque, de estos seres solo recibe abusos resaltando la  pérdida de la conciencia humana que acaba lentamente con ella y desencadena su furia. No hay tiempo para lamentos,  toda esa  crueldad será la razón que extermine  al mismo hombre. Por otro lado,  Grace puede ser la representación de un mesías que llega al mundo a ser parte de él, este mesías cree en el hombre pero termina crucificado por los pecados que se encuentran en todos los hombres.  Solo  el juicio final separará a la justicia de la injusticia. El rojo del poder bañara  la luna con  sangre y está será el espejo  de una  ciudad de perros. 





martes, 8 de noviembre de 2016

Imaginacción

El hombre en el transcurso de la historia ha usado su imaginación para pensar en otras posibilidades de ver el mundo, de vivirlo. Gracias a este enriquecedor ejercicio se han gestado grandes avances que ayudan a este a alcanzar una  vida más placentera, ahora bien, es oportuno aclarar que esta imaginación no solo ha sido un instrumento generador de placer, también ha causado potentes sufrimientos para la humanidad, todo depende de la persona que lleve el As del poder bajo la manga y use está herramienta  a favor o en contra de los demás.
Con la imaginación se han construido grandes imperios pero a su vez se han destruido lugares enteros, verbigracia de ello es el uso de armas para dominar al ser que es diferente, exterminarlo como sucedió en las famosas guerras mundiales y muchas otras que el hombre desconoce o arroja de su habitación de recuerdos. Ante todas estas acciones que se ha llevado el pasado y se edifican en el ahora, es  importante destacar ese ejercicio que emanó la sociedad que hoy representamos, de la que hacemos parte: EL ACTO DE IMAGINAR

Palabra que se escucha desde el génesis de nuestros tiempos, acuñada erróneamente a pocos, detonante  del núcleo del arte, de la inspiración de los poetas, de los pintores y todos los hombres que han encendido una luz hacia  las nuevas formas de contemplar la vida, ya sea alabándola  o destruyéndola.

La imaginación, como resalta el filósofo francés Gaston Bacherlad “se centra en la miniatura, los valores se condensan y enriquecen” (1957) se deduce  que para desarrollar grandes cosas y ejercer una vida enriquecedora, se debe construir el espacio, observando los pequeños detalles, como lo haría un detective que para llegar a encontrar la respuesta de su caso debe reunir todas las pistas que encuentra a su paso y armar ese rompecabezas de lo micro para poder generalizar y resolver sus planteamientos.
Por ello, es necesario valorar cada elemento que se tiene en el espacio, pensar que somos una miniatura y este mundo es un laberinto que arroja grandes pistas, estas viven entre nosotros, esperando esa mirada que despierte al gran soñador de pasiones escondidas que se esconde en cada corazón hacedor de ilusiones.


Escrito elaborado después de leer el capítulo “miniaturas” del libro “la poética del espacio” (1957) del escritor Francés: Gaston Bacherlad

viernes, 4 de noviembre de 2016

Los rincones del alma

El rincón es un espacio en el que cada persona puede encontrarse, conocer los significados   que lleva en su vida y reconocer grandiosos recuerdos de acuerdo a los espacios donde habitó. Lastimosamente, este recinto del saber ha estado sellado por el hombre debido a las representaciones que la sociedad le ha otorgado a ese lugar.

Así es, desde pequeños se ha tenido la mirada del rincón como un sitio de castigo, en el que no hay posibilidades de diversión, es un espacio en el que habitan pocos elementos, estos, los menos deseados para el ojo del hombre y por ello se hace necesario seleccionar los contenidos de la vida en cada persona, procurando dejar en espacios visibles todas las cualidades que el hombre tiene o en su defecto: maquilla
¿Y en el rincón?  -En el rincón se pueden dejar los defectos de cada persona, ocultarlos sin tener plena conciencia que estos en algún instante crecerán y se afianzarán de mayores espacios de la vida. Posteriormente, no se podrán ocultar tras recorrer el ser y extraer esas máscaras que se han instalado, encadenando la esencia de lo humano: el bien y el mal.

Por ello, es importante detener la rutina que se encuentra en cada hombre,  otorgar momentos a la reflexión de lo que somos y lo que habitamos. El rincón se puede ver como una zona que pocos quisieran habitar pero si empezamos a pensar que en esa área desolada, silenciosa y despreciada, hay un refugio de gran exclusividad en el que se hallarán los recuerdos de lo que en verdad somos, esa parte humana con semillas de sabiduría que en el silencio alienta a cada alma a mejorar, despertar  y desintegrar los fragmentos de mentiras y de odios que se encuentran atrapados en el cuerpo por la vaga necedad de complacer a otros.


 (Pensamientos a la luz después de leer un fragmento de “La poética del espacio” del filósofo francés: Gaston Bachelard)

domingo, 30 de octubre de 2016

Descarto la A

Hoy despierto sin ojos,
Hoy despierto sin ojos que miren escombros de un oscuro tormento que nombro en mí ser,  
Hoy escondo con odio el deseo que evoco por forzosos gestos que recibí  con desprecio del fingido querer.

Mujer que en múltiples noches deformó mi mente y escupió el súbito vino del olvido,  
Este es el estiércol con el que me encuentro en mis cortos recorridos,  
Hoy corro de este peligro,  corro sin remedios con ese veneno que se funde en mis poros,
en recodos silenciosos que interfieren con el olor del deceso. 



domingo, 9 de octubre de 2016

Primeros pasos


Galeano dijo: “estamos hechos de historias”,
Hechos que brotan entre las  gotas,
Historias de amores y tristes derrotas,
Amores necios envueltos en sábanas rotas.

Necedad que se expone hilvanando suspiros,
Suspiros  por tangos y  crudos dolores,
Dolores cautivos,  rostros perpetuos  continuando ausentes,
Ausentes a  merced del  rotundo mirar.

Ceder a las tardes sin vertientes,
Sin horas fieles para  la conclusión,
Ceder las alas a la muerte,
Sin gran angustia de cruel función.

El cumulo de engaños a rebozado,
Engaños por amantes corporales, cadenas ostentosas,
Llamada al destierro y al desacierto,
Querer  fundas abiertas por  almas rotas.

Doce experiencias que caminan en vida,
Recorrer los caminos de viejos  almanaques,
Cenizas que vienen a la suerte,
Habitar las palabras  con recuerdos solemnes.






viernes, 7 de octubre de 2016

La cura

Remedio para el alma desolada: es necesario destrozar los espantos, fumar sus pasos y dirigir la suerte con un  rostro encaminado tras  luminosos senderos  que conducen a la alcoba de su boca, en ese encuentro quisieras  morder ese rojo carmesí, tocar el  vientre de  tu amante, moviéndote despacito para abrir esa puerta del deseo,  el cumulo de ganas ha sobrepasado  la  poderosa resistencia  de  la fémina  con caras opuestas.

Y ahora, siento  apetito pues  sus manos reposan sobre mí cara, no se puede aniquilar las ganas de recorrer el mundo  tras  la abertura de ese  traje de seda donde podría habitar sin detenerme a pensar que el tiempo sigue pasando, me inscribo al refugio de sus paredes oscuras, a  su compulsiva  lengua que atrapa  las ganas de este viajero sin equipaje, tan solo ella, evoca los  demonios,  esa es su suerte, dama de mil colores que se mueve en los rincones de mis anhelados desvelos.

http://www.estarenloincierto.com/


Vivo por la necesidad de encontrar esas almas que me acorralen con sus mantras, que se muevan  al paso del viento y circunden las orillas de un corazón derrotado esperando que lo ataquen y busquen en un nuevo mañana esos  renáceles de suspiros florecidos, rebeldes y con causas perfectas.

Existe la necesidad de mirar el día, mirar el día y callar, son  minutos en la vida que se pueden contemplar, observando paisajes con montañas radiantes impuestas por los siglos. La misión es no ocultar  todo el amor que un cuerpo  pueda emanar pues este se apaga haciendo un recorrido entre las sombras que contendrán los residuos de  esas  piernas cansadas en sus días de tanto andar  por la misma cuadra, por la misma avenida  en la que un hombre se empieza a asfixiar. 

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Seis letras en su nombre


Si te quiero es porque estás incrustada en mis recuerdos,
Resguardando un pasado  que a veces aparece sin temores,
Si te quiero es porque revivo en ese rol de enorme fugitivo,
De viajero delirante entretenido en las curvas  de tu cuerpo,  
Sí, te  quiero en esas selvas del destierro, donde estamos ausentes,
Detenidos entre gentes que siguen  aguardando su minuto de vida,
Rozando el asfalto, caminando a puntadas,  deshabitando mundos,  
Mirando de reojo iluminados objetos que obstruyen sus sentidos,
Y el tiempo sigue avanzando,  nos encontraremos de algún modo,
Yo, en mi resguardo de antaño, tú, en el engaño de los lobos.














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domingo, 18 de septiembre de 2016

Baila mulata

Me muevo en tu cuerpo,  inigualable encanto,  mulata con  piel de amores, arrasas por tu ritmo, conjuras las pasiones que se esconden  tras   largos  días de quietud.  Esta noche es solo tuya, techo de sonrisas  e ilusiones, antología de tontos admirando tus caderas con  las canciones   que siguen sonando,  habitan luces de varios colores, se propagan como fieras en primavera, nada puede fallar, música que despunta  pesares, danza  mágica en rostros sudorosos pidiendo  más, así es; más emociones,  los tiempos alegres deben perdurar, no interesa el reposo, aquel que lo sueña te seguirá. 












Polvo eres

Te arrastras con el viento y vuelas al espacio, Caminas en los versos tejidos a tus brazos, Y formas en palabras los lazos milenarios, La lu...